Nadie se había dado cuenta que en una palma, ubicada en el parterre de la avenida Tsáchila, crecía un enjambre de abejas africanizadas.
Esas abejas también son conocidas como “abejas asesinas”.
Unas 10 mil abejas, que se había dispersado en el sector de la Tribuna, fueron retiradas técnicamente por los elementos de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional (UPMA).
Este caso inusual fue atendido por los uniformados, con su unidad de apicultura, quienes están listos para prestar su contingente en el rescate y captura de enjambres de abejas en la ciudad y en el campo.
La UPMA realiza las capturas de una forma técnica, es decir, no sacrifica a estos insectos voladores.
Sin embargo, la gente los quema o los intoxica con químicos porque desconocen la forma de manipularlos correctamente.
El sargento Ángel Bastidas dice que debemos proteger a estos insectos porque polinizan los cultivos, siendo un aporte natural.
Es por ello que recomienda que, cuando existan enjambres o casas de abejas, llamen al 911 y soliciten la intervención de la Unidad de Protección del Medio Ambiente.
El dato
Las abejas africanizadas (comúnmente llamadas abejas africanas o abejas asesinas) son híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana Apis mellifera scutellata con abejas domésticas pertenecientes a varias subespecies de A. mellifera, como Apis mellifera mellifera, Apis mellifera iberica y posiblemente otras.
La particularidad de estos híbridos es su acentuado comportamiento defensivo, describiéndose como muy agresivos ante molestias.
Atacan en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 400 metros de su colmena o enjambre.
Este comportamiento ha provocado la muerte de unas 1.000 personas en Estados Unidos con diez veces más picaduras que las de abejas comunes. (Fuente de los Datos Internet). D. A. L (I)