Entre las resoluciones del COE Nacional del 10 de abril consta que “no se recomienda la desinfección con sustancias directamente a las personas.”
El organismo que marca los lineamientos ante la emergencia sanitaria que vive Ecuador, indica que “no se encuentra evidencia que apoye la aplicación de químicos directamente sobre las personas y su vestimenta como medida de desinfección para un virus como el SARS COV-2.”
Detalla que se podría generar un efecto contrario al que se busca, pues “los químicos concentrados o diluidos sobre la piel y mucosas podría generar afecciones de salud como sequedad, irritación, afectaciones respiratorias, incluso podrían ser cancerígenos ante una exposición prolongada”, señala el documento del COE.
Reacciones
Algunas personas que han pasado por los túneles de desinfección que se han instalados en distintas ciudades de Ecuador, reportan reacciones.
Fanny Erazo dijo que le rociaron un líquido que le produjo “picazón, como alergia y hasta gripe me dio”.
Mientras que nuestra colega Gisela Guerrero indicó que sintió “ardor en la cara y picor en la garganta” luego de ser “desinfectada” al ingreso a un establecimiento comercial.
Y una familiar que la acompañó, dijo que le dio dolor de cabeza.
Médicos tampoco recomiendan
Ante la “desinfección” o la acción de “rociar” al cuerpo alcohol o cloro, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había anunciado que “no sirve para matar los virus que ya han entrado en el organismo.”
Al contrario, “pulverizar estas sustancias puede dañar la ropa y las mucosas (es decir, los ojos, la boca, etc.).”
Por ello, la OMS señala que el alcohol y el cloro “pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes.”
Esteban Ortiz, médico investigador, ante una consulta al respecto en la red social Twitter dijo: pienso que no son costo-efectivos. Te bañan en algún líquido que no sabemos qué desinfecta, pero ¿y si el virus se transmite por vía aérea? Sales del túnel, toses y hasta ahí llegó.”
Ortiz recalca que “El hipoclorito de sodio tiene efectos adversos… hay que entender que la transmisión se hace por vía respiratoria o contacto directo. La ropa tiene muy poco potencial de contagio.”
De su parte, Marcos Molina, especialista en infectología y director médico del hospital municipal de Cuenca, comentó una publicación del vicepresidente Otto Sonnenholzner en la que promociona la instalación de “arcos de desinfección”.
Molina escribió: “esa medida no protege. En muchos países no la aprueban. Nada reemplaza al lavado de manos, distanciamiento y masificación de pruebas. Inviertan en lo último y en equipar hospitales.”
El COE no señala algún tipo de producto que pudiera servir para la desinfección a personas, al contrario, recomienda la “desinfección de superficies” para lo que pide se revisen los protocolos para la limpieza de unidades de transporte público, limpieza de espacios públicos y la higiene de alimentos en establecimiento de expendio.