El contralor (s) Pablo Celi presentó el lunes 9 de abril, el examen final sobre el manejo de la deuda pública entre 2012 y 2017. El trabajo se lo realizó durante los últimos 9 meses.
Celi anunció que se establecieron indicios de responsabilidad penal, administrativa con multa, y administrativa con destitución en contra del expresidente de la República Rafael Correa.
Según la Contraloría, el Decreto Ejecutivo 1218, firmado por Correa, estableció una metodología para el cálculo de relación Deuda/Producto Interno Bruto (PIB) que permitió adquirir nueva deuda sin aprobación de la Asamblea.
Ahora, la Contraloría dispuso que las ventas anticipadas de petróleo también sean consideradas a la hora de calcular la deuda.
La Contraloría dispuso los mismos indicios de responsabilidad de Correa a los exministros de Economía Patricio Rivera y Fausto Herrera. También contra exsubsecretarios de Financiamiento Público; exdirector Nacional de Seguimiento y Evaluación de Financiamiento Público; y el excoordinador General Jurídico del Ministerio de Economía y Finanzas.
Una vez conocido el contenido del informe, el expresidente Correa reaccionó a través de las redes sociales.
¿Acaso no es lo que hemos dicho mil veces? Lo ratifica la misma ministra.
Y si no quieren medir la deuda, sino los “pasivos”, tendrían entonces que medir los “activos”, y sólo en inversión tuvimos $90.000 millones en 10 años. Es decir, somos mucho más “ricos”.
Elemental, Sancho pic.twitter.com/9Wlm0GxYdu— Rafael Correa (@MashiRafael) April 9, 2018
Hasta la ministra Elsa Viteri lo desmintió el día de ayer, pero ya nada de eso importa en el pais cuántico.
¡Imagínense! Responsabilidad “penal” por decir que se mida la deuda de acuerdo al manual del FMI.
“Los criminales son los que me acusan”
Lula da Silva. https://t.co/0ttTFKoPHE— Rafael Correa (@MashiRafael) April 9, 2018
La Contraloría, además, dispuso al Ministerio de Economía y Finanzas la derogatoria de los acuerdos ministeriales y otras resoluciones sobre reserva de las operaciones de deuda. (I)
Fuente: Diario El Telégrafo