El caso de un adolescente de 13 años que fue encadenado a su cama por consumir sustancias estupefacientes y psicotrópicas, sacó a luz una realidad: Santo Domingo no cuenta con un centro de atención especializado para menores que consumen drogas.
El encadenamiento es un medida desesperada de su madre ante la falta de respuesta de las autoridades.
Esto pese a que la Constitución* señala que al Estado le corresponderá, entre otras cosas, “ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos”.
EL CASO
El joven estudia en Nuevo Israel. El rector de la unidad educativa se preocupó porque no asistió a clases por lo que decidió llamar a su representante, quien le informó que el adolescente es consumidor crónico y que lo tenía encadenado a la pata de la cama.
El rector puso la denuncia ante la Policía Nacional y de inmediato visitaron la vivienda. El hecho ocurrió el 14 de junio.
Desde entonces se realizan las gestiones legales para que el adolescente sea ingresado a un centro de rehabilitación de otra ciudad, pues en Santo Domingo no hay un centro que le brinde la ayuda adecuada.
Pese a tener el informe de un psicólogo del Ministerio de Salud Pública la señora no pudo ingresar al menor a un Centro. Es por ello que, en su desesperación, lo encadenó para que no se vaya a consumir droga.
La madre implora por ayuda porque no quiere perder a su hijo.
* EN DETALLE
La Constitución de Ecuador en su artículo 364 señala: Las adicciones son un problema de salud pública. Al Estado le corresponderá desarrollar programas coordinados de información, prevención y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias estupefacientes y psicotrópicas; así como ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos. En ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos constitucionales. (I)