En Baños, un universitario fue arrastrado por la corriente hace 23 días, mientras que en Penipe, una adolescente deportista lleva 15 días desaparecida.
Las autoridades y comunidades de Baños de Agua Santa (Tungurahua) y Penipe (Chimborazo) se mantienen en la búsqueda de dos jóvenes que desaparecieron bajo circunstancias diferentes.
En Baños de Agua Santa, la búsqueda se centra en un universitario de 20 años que se ahogó mientras trataba de rescatar a una compañera que resbaló en un complejo turístico en la parroquia Río Verde.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate y la comunidad, su paradero aún es incierto. El joven, Sebastián Méndez, estudiaba en un instituto superior en Ibarra (Imbabura).
Su madre, Mayra Analuisa, recordó que la desaparición ocurrió el 27 de julio. Hasta la semana del viernes 9 de agosto, contaron con el apoyo del Cuerpo de Bomberos de Baños y de Quito, pero en las últimas semanas solo los ‘casacas rojas’ de Pastaza han continuado con la búsqueda.
Han utilizado drones, canes, y profesionales de aguas rápidas en kayak para buscar al joven por las riberas del río Pastaza.
La madre suplica la ayuda de buzos, ya que sospecha que el cuerpo de su hijo podría estar atrapado en las profundidades del río.
“No me voy sin mi hijo”, menciona la mujer, quien se trasladó hasta Río Negro desde que se reportó la desaparición de su hijo Sebastián.
En Penipe buscan a deportista
En Penipe, los padres de la adolescente Mishell Sánchez Haro, de 15 años, viven una angustia similar. Ella salió el 3 de agosto desde su casa en el sector de Ganshy Bajo para realizar su práctica de Trail Running en las faldas del volcán Tungurahua y desde entonces no ha regresado.
Familiares, autoridades locales, grupos de búsqueda y comuneros están intensificando sus esfuerzos para encontrarla.
Se han unido al rastreo el pelotón canino de la Brigada de Fuerzas Especiales N.9 Patria de Latacunga, bomberos de Ambato, y comuneros de Nabuzo y Gaviñay, de la parroquia El Altar, quienes conocen bien las faldas del volcán.
Los recorridos, que han estado acompañados por vientos gélidos, se han extendido hasta las lagunas de Patacocha y Redonda.
Sonia Rivera, tía de la deportista, asegura que cada hora que pasa aumenta el dolor y la desesperanza de no saber qué le ocurrió.
La búsqueda se ha dividido en dos frentes: por un lado, están la familia, los comuneros y los voluntarios; por otro lado, la Fiscalía, la Dinased y los rescatistas.