Los habitantes del recinto Mar de la Tranquilidad saben que “la unión hace la fuerza”.
Pusieron dinero de su bolsillo y con sus propias manos construyeron un puente tipo badén sobre el río Mulaute.
¿Por qué lo hicieron? Porque dicen que se cansaron de tocar las puertas de las autoridades que deben proveerles de obras.
El puente es un necesidad urgente para el poblado que pertenece a Alluriquín.
Segundo Uchuai, dirigente de Mar de la Tranquilidad, manifestó que la cuota acordada por los comuneros fue de 200 dólares.
Por su gestión, lograron la colaboración de empresas particulares.
Los estudios técnicos los realizaron profesionales en libre ejercicio que decidieron apoyar a los habitantes de este sector productivo.
Estuardo Suin, concejal de Santo Domingo y habitante de Mar de la Tranquilidad, resalta la labor de sus vecinos en la construcción del puente que tiene 35 metros luz.
El Gobierno Municipal envío la maquinaria para remover rocas y adecentar vías, entre otros trabajos que permitan el paso hacia el puente.
Los moradores gestionaron por cinco años la construcción del puente ante la Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Uchuai manifestó que en el Gobierno Provincial no tenía presupuesto y que la obra no estaba dentro de la lista de prioridades, según la necesidad del territorio.
Antonio Gil, director de Obras Públicas de la Prefectura, lo confirmó.
¿Es el puente idóneo?
Según el informe del GAD Provincial, la construcción de un puente de hormigón armado a doble carril costaría más de medio millón de dólares. La entidad no tiene presupuesto.
Gil explicó que la obra en ese sector no es necesaria porque se construye otro puente en un recinto aledaño para beneficio de más de 200 familias.
Además, aclaró que la Prefectura no construye puentes de un solo carril como el que construyó la comunidad.
Debido a las características de la zona, el puente construido no es el adecuado porque en el invierno el río Mulaute es correntoso y las piedras pueden dañar la construcción.
El puente fue entregado a la comunidad por parte de los habitantes que colaboraron en la construcción.
La inversión asciende a 25 mil dólares y puede circular todo tipo de vehículo. (I) D.A.L.