Antonio Cortés Pantoja (Algeciras, 1948), conocido artísticamente como Chiquetete,falleció hoy domingo en la Clínica Fátima de Sevilla, donde se encontraba ingresado por una intervención de cadera que se terminó complicando con los problemas coronarios que el artista padecía.
Con él se va una parte importante de la historia de la canción popular de este país, pues su relevancia y éxitos en la década de los ochenta fueron de unas dimensiones formidables.
Desde finales de los setenta, cuando realiza sus primeras grabaciones, todavía flamencas, publica casi a razón de un disco por año, LP´s y también singles que se convertirían en garantizados éxitos de ventas —fue Disco de Oro y Platino en sucesivas ocasiones y ganó un Grammy—, a la vez que llenaba auditorios, y algunas de sus canciones, que él teñía con su metal mate y quejumbroso, alcanzaban categoría de himnos.
El fenómeno que fue Chiquitete en aquellos años no se puede comprender sin el concurso del guitarrista y prolífico compositor jerezano Paco Cepero, quien pareció encontrar en el cantaor el vehículo para plasmar sus inquietudes creativas y quién sabe si su oculta vocación cantaora.
No hace mucho, en un concierto homenaje por sus 60 años en escena, Cepero se atrevió a cantar Esa cobardía, una composición suya que popularizó el cantaor, y pudimos comprobar cómo la audiencia la coreaba como algo propio, con ese rango quizás de himno.
La relación entre ambos haría girar de forma radical la trayectoria artística de Cortés, un flamenco de origen y de alma.
El cante pervivió en él pese a su carrera alejada del canon. Siempre estuvo ahí como patria segura a la que regresar.
No en vano, en los últimos años, había declarado su deseo de grabar una antología de estilos, dos o tres discos con los que dejar para la posteridad su verdadera personalidad y sus raíces.
Esas raíces de Chiquetete fueron inequívocamente flamencas.
Su tío carnal Juan Pantoja, el padre de la famosa cupletista, había formado parte del trío Los Gaditanos, el primero conocido entre los flamencos, que gozó de una enorme popularidad en los sesenta.
Del Campo de Gibraltar, donde residía la formación y nació el artista, los Cortés se mudarían a Sevilla, terminando por residir en el barrio de El Tardón, a las afueras de Triana, lugar en el que se dio una buena concentración de familias gitanas, y donde nacería una singular generación de artistas.
De hecho, la primera actividad conocida de Antonio fue otro trío, Los Algecireños, más tarde Los gitanillos del Tardón, del que también formaría parte Manuel Molina, hijo de otro de los componentes de Los Gaditanos, Molina El Encajero.
También de ese barrio era el poeta Juan Manuel Flores, quien, antes de su participación en el fenómeno de Lole y Manuel, escribiría parte de las letras del primer disco de Chiquetete (1977).
Esa grabación lo situó en los festivales flamencos de la época, donde fue figura destacada.
Tampoco se puede dejar pasar que antes se había curtido en el acompañamiento al baile de figuras como Farruco o Matilde Coral, que lo reclamaban para sus espectáculos. (I)
Fuente: Diario El País