Una madre usó a sus dos hijas, de 8 y 10 años, para ingresar objetos prohibidos a la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
Las pequeñas llevaban un celular, auriculares y un cargador adheridos a sus piernas con cinta de embalaje y plastilina.
Ella, en cambio, llevaba en sus partes íntimas dinero y fundas con queso y mayonesa.
Este viernes 7 de septiembre, la mujer llegó escoltada por policías a la Fiscalía de Flagrancia en el centro comercial Albán Borja.
Mientras era presentada ante la fiscal Miguel Vélez, sus dos hijas la abrazaban y lloraban.
Jefferson Ordoñez, subteniente de polícia, contó que cuando las menores pasaron por los filtros de seguridad en la cárcel estos sonaron.
En ese momento, la progenitora confesó lo que llevaban.
“Es común que usen a los niños. Hemos encontrado objetos prohibidos en pañales de los bebés”.
El agente agregó que las niñas lloraban y pedían que no se lleven a su madre porque su padre está preso.
La mujer también lloraba. Ella reveló que lo hizo porque cría sola a sus hijas y necesitaba dinero. Aseguró que le habían pagado $ 300.
El fiscal Miguel Vélez informó que esperaban a los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) para la protección de las menores. (I)
Fuente: Diario El Telégrafo.