Jhordan Pinto se consuela pensando que sus cuatro hijos no sufrieron en el violento ataque armado del que fueron víctimas. Ecuador registra más de 455 menores de edad asesinados en lo que va del año.
Si algo lo atormentaba era pensar cómo le iba a explicar a su esposa, Rosa Elvira, que sus cuatro hijos habían muerto en la masacre del Guasmo. Ella pasó dos días en terapia intensiva -por seis impactos de bala- y nunca supo el destino de los niños, según su marido.
Pero la noche del miércoles 13 de diciembre, dos días después del ataque armado, Rosa también falleció víctima de las decenas de disparos que sicarios realizaron desde la calle y a través de la ventana del dormitorio, donde la familia miraba televisión.
Jhordan Pinto, esposo y padre de las víctimas equivocas de la violencia, explica que aún no logra asimilar todo lo que está pasando. “Usted me ve aquí normal, pero por dentro estoy destrozado”, dice. Sicarios atacaron su casa por error, confundidos con una vivienda vecina.
- Capturan a alias ‘Borreguito’, uno de los sicarios de la masacre en el Guasmo Sur
Los familiares de los Pinto Arias y los vecinos del Guasmo Sur sepultaron este jueves a los hermanos Jordana, Briana, Adiel y Aitana, de entre siete años y cinco meses de edad.
Pinto, de 28 años, salía del baño cuando se desató la balacera -dijo- y un proyectil le impactó en la parte trasera del cráneo.
“Lo único que sé es que no escuché un solo llanto de mis hijos, ningún grito”, dice . Y se queda callado, como si fuera un consuelo para él pensar que sus pequeños nunca supieron lo que pasaba en realidad, consolándose con que quizás no sufrieron.
También dijo sentirse estremecido por la cantidad de disparos que recibió su hija mayor. Jordana, de 7 años, tuvo ocho heridas en la pierna izquierda, cuatro en el abdomen, un impacto en el brazo izquierdo y dos en la cabeza, según el parte médico.