Rosa C., y José T., fueron sentenciados a 34 años y ocho meses de privación de libertad como autores del delito de sicariato, cometido contra Juan Artemio Erreyes Yupangui, de 46 años, señala diario El Mercurio.
Mientras que Jorge P., otro procesado, fue condenado a siete años y cuatro meses de cárcel, debido a que se acogió a la cooperación eficaz, para lo cual aportó con información relevante de los hechos y se benefició con una rebaja de la pena.
En la audiencia de juicio que culminó ayer, el Tribunal de Garantías Penales del Azuay ordenó a los tres sentenciados cancelar 86.000 dólares como reparación integral a los familiares de la víctima. Además, ratificó el estado de inocencia de Jorge S., a quien la Fiscalía no acusó.
La investigación de la Policía Nacional y Fiscalía determinó que la esposa de la víctima, Rosa C., planificó el hecho y le solicitó a su hermano, Jorge P., que busque a una persona para asesinar a Juan E. Con este propósito, Jorge P. contactó a José T., con quien se negoció el crimen por 300 dólares; así lo señala un informe de Fiscalía.
Crimen
La mañana del 13 de julio de 2018, Rosa C., salió de su domicilio, situado en las calles Manaos y Guatemala, en el barrio Centro América, en Cuenca, y cerca de allí le entregó las llaves del departamento a Jorge P.
Minutos más tarde, este último abrió las puertas y salió del lugar, para que ingrese José T., quien le propinó 32 puñaladas a la víctima, que tenía una discapacidad física del 93 % (no podía caminar). Tras el hecho, Jorge P., le canceló los 300 dólares a José T.
Juan Erreyes vivía con su esposa e hijos en el inmueble donde sucedió el crimen, sin embargo, cuando se produjo el asesinato él estaba solo.
Versiones y pericias
Paola Molina, fiscal de Personas y Garantías, sustentó la acusación contra los procesados con el testimonio de un agente de la Policía Nacional, que realizó una pericia de audio y video a las imágenes de cámaras de video vigilancia, en las que se observa a Jorge P., y a José T., ingresar y salir del inmueble.
También los testimonios de los policías que acudieron al levantamiento del cadáver y de las evidencias. A esto se suma una pericia de análisis telefónico, con la que se verificaron las comunicaciones que mantuvieron los ahora sentenciados.
El artículo 143 del Código Orgánico Integral Penal señala que el sicariato es sancionado con prisión de 22 a 26 años. En este caso se aplicaron agravantes.