Más de 160 venezolanos regresan este viernes 1 de febrero del 2019 a su país en autobuses desde Quito, mecanismo aplicado para atender el aumento de la demanda de retorno de ciudadanos de ese país, agobiados por falta de oportunidades económicas y los atisbos de xenofobia que se han registrado en las últimas semanas en Ecuador.
Así lo señaló Pedro Sassone, encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Quito, quien aseguró que este mecanismo de retorno por autobús se suma al proceso facilitado por el Gobierno de Caracas por vía aérea.
Sassone aseguró a varios periodistas que le abordaron en la sede de la Embajada en Quito, que ya se tenían planificados cuatro vuelos para febrero, pero que debido al aumento de las peticiones de retorno se optó por el mecanismo de autobuses.
Son cuatro autobuses con capacidad para 42 pasajeros cada uno, refirió el representante diplomático al precisar que esta es la primera vez que se ha planificado cubrir el trayecto hasta Venezuela por vía terrestre.
“Vamos a ver como nos va”, añadió el diplomático venezolano al insistir en que en las últimas semanas se ha registrado un incremento en el número de peticiones de retorno.
Hay venezolanos que “no se sienten bien” en Ecuador, porque no han logrado obtener un empleo permanente y que, por ello, se han dedicado a labores informales en la calle, pese a que algunos pueden ser profesionales con estudios superiores, agregó.
Además, hay una “sensación de intranquilidad” desde la explosión con tintes xenófobos que se dio hace un par de semanas en Ibarra (norte), cuando una turba arremetió contra varios venezolanos las noches del sábado 19 y domingo 20 de enero del 2019, tras un femicidio en el que un ciudadano de ese país mantuvo cautiva 90 minutos y asesinó a su pareja embarazada en plena calle.
La demanda de peticiones de retorno “siempre ha sido alta”, pero ha recrudecido por una serie de factores que inciden en el ánimo de los venezolanos, comentó el diplomático al recordar que, hasta el momento, se han organizado 25 vuelos de retorno, desde el pasado 5 de septiembre, en los que han retornado 2 245 personas.
Este programa de retorno por vía aérea también se lleva adelante en Perú, República Dominicana, Brasil, Chile, Argentina y Colombia y ya son más de 20 000 los venezolanos de la región que han regresado a su país, añadió Sassone.
El encargado de negocios enfatizó que el actual éxodo de venezolanos obedece a una “migración económica”, causada por las dificultades económicas que sacuden a ese país, producto, según dijo, de presiones externas.
“No ha habido persecución política, en absoluto” y se trata de “una migración absolutamente de carácter económico”, recalcó Sassone, al advertir que el deseado retorno de muchos de sus compatriotas tiene que ver con la imposibilidad de ellos de insertarse en el mercado laboral formal de Ecuador.
Además, el femicidio ocurrido en Ibarra “fue un detonante” que impulsó el deseo de retorno, aunque la situación ha ido paulatinamente volviendo a la normalidad, sostuvo.
Para el representante venezolano, los brotes de xenofobia se deben, en gran medida, a la “manera incorrecta” en que se ha presentado el tema y al nivel de generalización que alcanzó el suceso de Ibarra.
Por ello, destacó una iniciativa de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que prevé promover una campaña que buscará desmontar la xenofobia.
Sassone también opinó sobre la situación política en su país, sobre todo tras el reconocimiento que varios países americanos han hecho al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
El encargado de negocios remarcó que el único Gobierno que hay en Venezuela es el del presidente Nicolás Maduro, aunque dijo que tras el reconocimiento a Guaidó que hiciera el Ejecutivo ecuatoriano, no suponga un desconocimiento de la representación diplomática.
“Aspiramos a seguir sirviendo a los venezolanos, pero ya depende estrictamente del Gobierno ecuatoriano” el futuro de la legación diplomática, añadió.
Guaidó designó como su representante diplomático en Ecuador a René de Sola Quintero, quien aguarda también un pronunciamiento del Ejecutivo de Quito.